De aquí y de allá

Odio las navidades!!
¿Cuántas veces habréis oido esa frase? Pero, ¿cuántas veces esa misma está vacía de significado? Pues para mí este año no. Para mí esa frase está llena de siginificado. Y es que me agobio. Hay que hacer miles de cenas en 1 semana más las citas impepinables con la familia. ¡¡No da, no da!! Encima que estoy en mi semana de hacer de seta en vez de aprovechar el tiempo y salir, y quedar, y recuperar el tiempo perdido con mis amigos...
La verdad que de la Navidad sólo me llama la atención nochevieja por lo obvio, por la fiesta de después de las uvas y Reyes por la "cabalgata forever" con Arancha jeje. Lo demás me parece tan cínico y tan impuesto por la sociedad que me da por saco (dios mío, que amargura tengo hoy jaja)
Y lo peor de todo: que todos los planes se me monten. Para este sábado tengo 3 planes distintos pero que bien distintos. Dos los podría juntar pero el otro es imposible porque es más lejos de Madrid, así que tengo dos posibilidades: o quedarme en casa -y darme cabezazos contra la pared- o intentar compaginar todos los planes.
Ya veré lo que hago.
Yo me dejo llevar.

Por cierto: prometo estar más inspirada en futuras entregas ;)

La Terminal

Esta entrada debería estar dedicada a lo bien que lo he pasado en estas semanas (meses, actually!) y las cosas curiosas. Pero me temo que va a ser mucho más triste que todo eso. ¿Por qué? Pues porque llegué a Heathrow 5 min. Tarde y no me dejaron facturar.
Sí, ahora parezco muy tranquila contándolo, pero el ataque de nervios que me entró fue memorable. Llorando como una magdalena con un trolley lleno de equipaje no es muy agradable que digamos. Pues sí, perdía el vuelo, llegué justo cuando cerraron el check-in y los ingleses, que son como son, pues no dejaron meter ni una maleta más. ¿Y qué hacer? He cogido 16+16 veces un avión y nunca me había pasado eso, así que, evidentemente tampoco sabía cómo actuar.
Fui al staff que estaba por allí y me dijeron que me metiera en el primer vuelo que estuviera libre. Me voy al mostrador y me dice la chica que no hay ningún vuelo libre para todo el día (claro, en navidades…) y que intentaría en Iberia, y tampoco… ¿¡Qué coño hago yo ahora?! Se me pasó por la cabeza que me subiera alguien a buscar en coche (¿a que nunca habéis probado la nochebuena en París?) Esperar como Tom Hanks a que hubiera un vuelo libre (y si se pasea Diego Luna por ahí pues paso “una noche buena” con él, jajaja –Gz. guapo-) no sé, mil cosas. Me dijo la mujer del mostrador que me pondría en una lista de espera (se dice stand-by en inglés, como en las teles… Nunca es mal sitio para aprender palabras nuevas) hasta que encontraran un vuelo vacío. Y yo ya desesperada por la vida…
En esto que estoy haciendo cola para canjear el billete de “porsiaca” y me viene la misma mujer del mostrador y me dice que ha encontrado un vuelo desde Gatwick que sale a las 16:50. Dios mío, se me abrió el cielo ¡! (tranquilos, Dios sigue sin existir, me temo…) Claro, le pregunté si era una plaza segura, que sino me quedaba ya en ese aeropuerto… Y me dijo que sí ¡que ya tenía el sitio para sentarme y todo!

**sorpresas te da la vida… la vida te da sorpresas**

---- Por cierto que es otro de los ángeles de la guarda que me encuentro en England. El primero, que también nos ayudó muchísimo a Lorena y a mí en el Interrail, fue una señora medio francesa-medio inglesa que nos encontramos en el ferry y nos pagó el taxi hasta Calais con ella, además de invitarnos a la comida en el ferry. Compensa la mala suerte que he tenido con la familia y el vuelo ----

La verdad que los inglese tendrán a veces un carácter un poco “raro” comparado con nosotros, pero lo que es la hospitalidad el arreglar entuertos de este tipo, son unos cracks. Aunque, claro, les falta carisma.

En eso que me he dirigido a Gatwick que resulta que hay un bus xpress directo desde allí (luego me he enterado que lo hay por los vuelos que tienen correspondencia entre un aeropuerto y otro) y aunque me ha costado unos 20 pounds, ha valido la pena (tengo que confesar que con el rollo de las maletas, no he pasado la Oyster por la máquina, jejeje. De todas formas, como soy previsora, pues la había “topapeado” antes de subir así que ahora sin falta tengo que ir a London de todas todas. Pero sólo para gastar el saldo de la Oyster, no por otra cosa :P

He llegado y directamente para facturar, aunque tengo tiempo de sobra (que ahora estoy escribiendo esto desde el aeropuerto mientras me tomo un sándwich) pero ya no quiero sobresaltos. Mi maleta y la gigante bolsa de viaje pesaban unos 37 kilos y yo pensando: “verás tú ahora que voy a tener que pagar lo que me ha costado el billete…” Pero cuál es mi sorpresa cuando la chica le pone las etiquetas y no me dice nada. Simplemente que está todo bien y que ya puedo embarcar cuando quiera. Y yo la volví a preguntar que si estaba todo y ella que sí. Y yo le clavé mi mirada intensa… y por si acaso se le ocurría lo del equipaje, me fui de allí xDDD
Yo creo que lo hizo porque con todos los disgustos que me había llevado pues otro más podía ser fatal.

Por cierto, si La-Miri lee esto se va acordar de todos los accionistas de la British porque ella tuvo que pagar mucho y más por el sobrepeso. ¿Veis? Si ejjjjjjjque no me hacéis caso: os digo que voléis con compañías guay que además te dan comida a bordo xDD (¡Qué demonios tendré yo con la comida de los aviones si es una mierda! Pero a mí me gustan que me den comida en los vuelos. Y desde que pusieron la ley esa de que por narices no se da catering, me siento vacía… Volar ya no es lo mismo jajaja)

Ahora me queda un ratito antes de que salga mi vuelo y abandonar este país de tantas alegrías y disgustos también. Pero como siempre la memoria siempre registra las cosas buenas, que no son pocas.


Para acabar de redondear el asunto había niebla. Sí, había niebla y han empezado a cancelar los vuelos y ha retrasarlos. Cuando ya me estaba cundiendo el pánico otra vez, he visto que en mi vuelo ponía que estaba “delayed”, pero por ejemplo todos los de Escocia los han suprimido y los de Manchester igual. Hasta uno de Ámsterdam. Me sé todas las tiendas de Gatwick de memoria, pero no he caído en la tentación y no he comprado nada. Miento, casi casi me entra un ataque (debió de ser como el ataque número 10 del día) y me compro la Nintendo DS esa famosa. Sí, los que me conocéis de hace tiempo pensaréis que a mí esas cosas nunca me han ido. De hecho yo de pequeña era de las que se pedía por navidad y cumpleaños libros en vez de juegos de consola jajaja. Pero es que esta pequeña máquina me tiene pillada. Sobre todo me mola por el asunto ese del Brain training. Ah! Y por lo de los perritos… ooohhh cuchi cuchi jaja

A lo que iba: cuando ya hemos entrado en el avión resulta que había atasco para salir (sí, en los aeropuertos a veces se forman atascos aunque peor es cuando te pilla el atasco en pleno aire y tienes que estar sobrevolando Barajas durante media hora) y hemos tenido que esperar a que la torre de control diera el visto bueno por la niebla a los que iban delante para que pudiéramos salir nosotros también. Así que así a la cuenta de la vieja hemos estado como otra hora metidos en el avión. Esto parecía que no iba a acabar. Menos mal que ahí ha estado Gz. dándolo todo xD y nos hemos tirado nuestra buena media hora hablando por teléfono (asias, peque!) y por lo menos la espera se me ha pasado más amena.

eemmhh ya no sé por donde empezar otra vez, qué horror!!
mañana abandono el país de las nieblas. Lo dejo pero no derrotada ni muchos menos, sino cargada de cosas buenas.
De aquí me llevo mucha mucha amistad, muchísimas fotos, muchas imágenes y hasta un pan debajo el brazo jajaja

Ahora sí que tengo ganas de volver un "rato" a Madriz y sentirme otra vez arropada por mi otra gran familia, la cual se ha portado genial al otro lado del Canal de la Mancha.

Ahora me voy a dormir en un rato porque mañana me tengo que pegar el madrugón del año, además de recorrerme la Picadilly Line de cabo a rabo y cargar con todo mi equipaje

pero esta vez prometo seguir adelante con mi blog (mis inspiraciones: sin duda: "pescao, boquerones y calamares" y mi pan)